Y allí estaba uno de niño observando durante muchos días la plantita de frijol hecha en clase pero creciendo en casa, la finalidad era observar el proceso de la germinación, un frasco, un frijol y algodón eran lo necesario.
El frijol es indiscutiblemente parte esencial en la alimentación de los hogares guatemaltecos ya sea colados, parados, en caldo o en sopa y de eso quiero contarles, de la exquisita sopa de frijoles que comí en el restaurante Salón Real del hermoso Hotel Pan American
El Hotel es un espacio de antaño que grita ¡Guatemala! 🇬🇹 en cada rincón, ubicado a unos pasos del Paseo de La Sexta Avenida, sobre la 9 calle entre 5 y 6 avenida de la zona 1 capitalina. El edificio se llamaba Pensión Amado, construida en 1914 y demolida por los terremotos de 1917 y 1918 por lo que pasó en 1920 a ser el Hotel Astoria ya reconstruido; el diseñador fue el arquitecto Rafael Pérez De León, responsable también de la construcción y diseño del Edificio Central de Aduanas, el Palacio Presidencial y el Palacio Nacional. De sus rincones me cautivó el elevador OTIS que fue instalado en 1940 y es de operación manual, solamente hay 4 de estos en el país, uno de ellos en el Palacio Nacional, el ascensorista fue muy amable y me llevó a recorrer una de las habitaciones del hotel que tiene un balcón de amplia vista hacia la Sexta Avenida y un baño equipado con tina, es como si el tiempo estuviera congelado en este lugar y esto sumado a la calidez del personal hace muy amena la atmósfera. El Hotel Astoria cambió de administración en 1942 y pasó a llamarse Hotel Pan American en honor a las tripulaciones de Pan American Airlines que con frecuencia se hospedaban en el lugar, imagino a los capitanes y aeromozas recorrer los pasillos del hotel con la elegancia de sus uniformes al estilo de una película retro de Hollywood. Se dice que en los años 80s este fue el punto de encuentro de diplomáticos, Presidentes y celebridades que buscaban confort y alto nivel de servicio, el cual hasta la fecha se mantiene vigente, según las experiencias que he tenido como comensal y como espacio para organizar eventos.
Los meseros visten trajes típicos, la lámpara del centro del hotel es lujosa y combina a la perfección con los pisos de antes, coloridos y cuadriculados. A mi mesa llegó una porción de tostadas que estaban muy bien preparadas con guacamol y salsa, en ese momento me encontré también con una exquisita sopa de frijoles, acompañada de una generosa porción de crema, trocitos de tocino y por supuesto las infaltables tortillas, de bebida una deliciosa horchata preparada como debe ser. Hay platillos nacionales de todos los rangos de precios, quítele el amor a Q25 y pase por una sopa de frijoles al Pan American, una joya arquitectónica al estilo Art Decó ubicada en el corazón de la ciudad, mi amado centro histórico, donde pasó todo lo que somos hoy 💙
Fotos: Valerie
Comentários