“Dame uno con todo menos cebolla y picante, mostaza si” este es mi usual acercamiento a esas carretillas llenas de humo con cajas de gaseosas a los lados, una aventura de sabor con ese pan que nos llevó como país a estar en la lista de “Best Sandwiches Around the World…” de la revista estadounidense Condé Nast Traveler en 2014, el shuco fue descrito por ellos como “...a sausage is served on roll with familiar ingredients like ketchup and mustard, as well as unexpected frankfurter toppings like guacamole, cabbage, and mayo.” (pueden pegar esto en el traductor de Google para aprender nuevas palabras de inglés, en caso sea necesario) La historia de los shucos comenzó hace más de 30 años con Francisco Ramos, quien instaló una carretilla de “hot dogs ejecutivos” (ejecutivos porque los clientes eran empleados de oficinas cercanas que vestían formales... como ejecutivos) a la que bautizó con su apodo “El Chino” y se ubicaba a la entrada de la iglesia Yurrita, en la zona 4 de la ciudad de Guatemala; los comensales llegaban atraídos por el precio accesible, la rapidez al despachar y el toque chapín del guacamol que se convirtió en el secreto del éxito. Don Francisco, al darse cuenta que el negocio prosperaba, se extendió hasta llegar a la esquina del Liceo Guatemala en la zona 5 capitalina, y a la hora de salida de clases, cuentan los historiadores, que los alumnos hacían fila para pedir un “shuco”, se dice que fueron los mismos estudiantes quienes dieron este nombre a los hot-dogs chapines, esto por la aparente falta de higiene al momento de preparar los panes. Yo llevo una vida comiendo shucos y hasta el momento he salido invicta de enfermedades por ello, actualmente es fácil encontrar una carretilla en cada esquina de la ciudad, por Q7 obtienes un pan dorado a las brasas con mantequilla, con una capa de guacamol, una salchicha en trocitos, una cucharada de repollo cocido, salsa de tomate tipo ketchup, mayonesa, mostaza y si es de tu gusto, cebolla, chimichurri y picante. La variedad se extiende a diferentes embutidos de tu elección según el precio que estés dispuesto a pagar, lo más impresionante que he visto es el “transmetro” una mezcla de todos los embutidos que se te ocurran en un pan gigante por Q20. Y ahora que sabes la historia ¡buen provecho! y recuerda que ese delicioso “shuco” es un invento chapin ¡qué chispudos somos en Guatemala! Por cierto, el inventor fue "el chino" no significa que todos se llamen "chinos", tómalo en cuenta cuando les platiques, pregúntales su nombre.
Foto: Valerie
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