¿PIZZA O JAZZ, LAS DOS?

Si fuera un viernes normal me iría a pasar el resto de la tarde en este mágico espacio. Una semana antes de que todo esto comenzará en el país, celebré mi cumpleaños en compañía de mi prima quien llevaba años recomendándome visitar este café, finalmente lo hice y quedé fascinada. Un café muy acogedor, con detalles antiguos donde uno sentiría que está tomando un café el mismísimo Miguel Ángel Asturias, con la compañía de jazz instrumental y una atmósfera hogareña que solamente los inmensos pasillos de las casas antiguas del centro hacen sentir.

El menú está detallado en un acetato, los meseros tan amables como si uno los conociera de siempre; la noche, el bullicio de las amenas y largas conversaciones me confirmaban lo especial que es este lugar. Llegó la pizza, ideal en tamaño para compartir entre dos, la mitad en sabor margarita, de mis favoritas, por si fuera poco convertida en pentagrama con una clave de sol, la sorpresa estaba en la otra mitad cubierta con melocotones y a todo esto se le sumaba muchísimo queso ¡qué buena pizza, qué buen jazz! era lo único que podía pensar. Una limonada deliciosa refrescaba el paladar.

Allí está esperándonos ese fantástico rincón, sobre la sexta avenida, justo en la esquina frente al Tribunal Supremo Electoral, cuántas ganas de volver a La Esquina Jazz Café.