La música ambiental discreta y elegante se suma al sonido de la fina vajilla recibiendo el roce de los brillantes cubiertos, sillas de madera y mantelería color blanco contrastan a la perfección con el piso alfombrado y una vista impresionante. Un giro de 360 grados ocurre sutilmente en el transcurso de 1 hora.
El primer restaurante giratorio de Centroamérica tiene sede en Guatemala, el más grande del mundo en México y el primero de la historia se construyó en Alemania en 1959. Wikipedia detalla que este tipo de espacio se ubica sobre un piso de disco rotatorio en el que la tasa de rotación varía entre una y tres veces por hora y permite a los visitantes disfrutar el panorama sin dejar sus asientos, están ubicados en el mundo en la parte alta de los hoteles, torres de televisión y rascacielos.
El mesero llegó a nuestra mesa con una amabilidad extraordinaria, colocó un código QR para visitar el menú digital y cordial con mis preguntas me afirmó que los primeros días de trabajo en el lugar fueron un poco “desestabilizadores” para su estómago pero en cuestión de días, se acostumbró a estar girando constantemente. La sensación para el comensal es extraña e inquietante los primeros minutos, luego la costumbre permite disfrutar la vista, ver fijamente hacia un punto del paisaje es una mala idea para evitar marearse, aunque el giro es sutil si es perceptible para los sentidos. Lo mejor, en mi caso, fue dar un vistazo de vez en cuando y enfocarme más en la conversación y el platillo a degustar. A las 7 PM las luces del restaurante se apagaron para resaltar la oscuridad y las luces de la ciudad, aquello parecía una escena de película sofisticada, fascinante. Desde las alturas y con una vista tan hermosa donde se aprecian áreas verdes, piscinas, helipuertos y viviendas exclusivas alrededor, es sencillo embriagarse de lujo y tener el espejismo de que es este un país del primer mundo.
La relación precio-calidad me pareció correcta tomando en cuenta el sector, que la comida es exquisita con ingredientes de primera y que la experiencia de girar mientras se come es única. La tarifa del parqueo es de Q20, en el sótano del Hotel Vista Quince, el mismo que alberga en el piso 18 tan peculiar espacio.
El restaurante giratorio me resulta una experiencia gastronómica y de entretenimiento fuera de lo común, muy agradable. Según el ancho del bolsillo, puede ser un lugar para visitar en una ocasión muy especial o bien en una común salida familiar. Se ubica en la 2da. calle 20-23, zona 15, Vista Hermosa I y 2227-5115 es el número telefónico para hacer una reservación.
Si es de su interés o curiosidad, querido lector, dejo por aquí el menú con precios, un video de la velocidad con la que gira el restaurante y fotografías de los platillos disfrutados durante mi visita.
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