top of page
Inicio: Blog2

DOÑA JOSEFINA, OCTUBRE Y EL ROSARIO

  • Foto del escritor: Valerie Rodas
    Valerie Rodas
  • 7 oct 2018
  • 2 Min. de lectura

Octubre es el mes que a mi parecer marca la recta final del año, hay muchas celebraciones a la vista y un frío peculiar. La primera actividad de la época de la cual personalmente atesoro muchos recuerdos de adolescencia, es “El rezo del Rosario”, una tradición católica especialmente conmemorada en el Templo de Santo Domingo ubicado en la zona 1 capitalina; le pido me disculpe por enfocarme en mis recuerdos, en los aromas, en la comida y los colores pero no soy católica y mi visión en esta publicación es folklórica.

Para los religiosos, la visita a la imagen de la Virgen del Rosario es fundamental, la luz de su devoción se refleja en un pasillo dentro de la iglesia lleno de veladoras que a 3 por Q5 se consiguen en el atrio.

Sobre la 10 calle están ubicadas las ventas de comida; el recorrido gastronómico está acompañado de luces, colores neón en los rótulos, aromas dulces y salados que se entremezclan y el voceo del “pase adelante, ¿qué le servimos?”, el calor del aceite hirviendo es perceptible al caminar en este “corredor” lleno de opciones para todo paladar: churros, dulces típicos, garnachas, enchiladas, ponche de leche, torrejas, molletes, tacos, etcétera.

Recuerdo mientras veo los “rosarios de dulce” que de niña creía que eran simplemente unos “grandes collares de dulcito” ya que por no crecer en el catolicismo no comprendía su significado y solamente me dedicaba a devorar su interior.

Hago una imperdible parada para tomar el mejor atol de elote que he probado en mi vida y comerme una tostada con guacamol, estoy sentada en una banca de madera bajo el toldo amarillo de “Los Antojitos Típicos de Doña Jose”, y por supuesto que platico con “Doña Jose”, de 84 años de edad, y con una de sus hijas; el negocio familiar inició hace más de 60 años, la venta de comida les ha brindado el sustento diario y más, ya que con ello, los hijos de Doña Jose, han tenido la oportunidad de culminar incluso sus carreras universitarias. En días de mucho movimiento se preparan más de 150 vasos de atol, durante octubre están de 10 a 10 en Santo Domingo y durante el año se ubican cada día de la semana en una Iglesia distinta, La Recolección, La Merced y San Sebastián. “La señora del atol” y “ La señora del turbante” son sobrenombres con los que con cariño las personas identifican a Marta Josefina Guzmán -Doña Jose- quién aprendió la receta del atol de elote gracias a su madrina Josefina, me cuenta que la receta ya la compartió con sus hijas y sobrinas para que no se pierda la tradición ni el buen sabor, me asegura que hay que estar muy pendientes de la cocción para que el atol no salga “ahumadito” la familia cocina desde las 5 de la mañana ya la base de su éxito es vender comida fresca, del día y me consta.

Agradezco el tiempo de estas amables y trabajadoras mujeres guatemaltecas y me despido con toda la intención de volver durante el mes; no se pierda estas delicias de la época y disfrute de las tradiciones chapinas ¡Que viva Guatemala! 🇬🇹

Fotos: Valerie Rodas



Comments


Inicio: Bienvenidos
bottom of page