“Vaya al restaurante primero, ya con más tiempo va a la finca…” fue la sugerencia que recibí, a la cual hice caso al pie de la letra. Una cosa es el Restaurante y Vivero Bonanza y, aunque son del mismo propietario, otra cosa es la Finca Bonanza La Ponderosa, ambos a unos metros de distancia.
Aunque muchos nos interesamos por sus exquisitos platillos, pocos se interesan por la historia que inspiró estos espacios temáticos. Bonanza fue una serie de televisiónestadounidense al estilo wéstern/cowboy, emitida por NBC entre el 12 de septiembre de 1959 y el 16 de enero de 1973. La serie relataba las aventuras de la familia Cartwright, liderada por un patriarca viudo y sabio llamado Ben Cartwright. Ben tenía tres hijos biológicos, cada uno de ellos de una esposa distinta que había fallecido. En su época, Bonanza era considerada un western atípico porque las historias trataban sobre las tres personalidades distintas de los hermanos y cómo cuidaban de su padre, se protegían entre ellos, a sus vecinos y a su tierra. La familia vivía en un rancho de 1000 millas cuadradas llamado "La Ponderosa", sobre la costa del Lago Tahoe, en Nevada; el nombre hace alusión al pino Ponderosa, muy común en el Oeste de Norteamérica.
Al visitar el restaurante, me encontré con un acogedor espacio al estilo viejo oeste con paredes llenas de nostalgia desconocida para mis recuerdos pero tan bien elaborada que fue familiar para mi corazón. El personal fue muy atento, respetando las “nuevas” medidas de bioseguridad a las que nos tenemos que acostumbrar, y dando recomendaciones del menú de una manera muy sincera. El ambiente está marcado por la naturaleza ya que mientras se esperan los platillos, se puede apreciar diversidad de plantas en el vivero ubicado cerca de las áreas donde están las amplias mesas de madera. Los precios me parecen muy cómodos para desayunar, ya que fue el horario de mi visita, pero terminé de confirmar lo adecuado de los costos al tener frente a mi un memorable y apetitoso desayuno, muy “tecpaneco”. Abundante crema y salsa de tomates frescos a disposición de los comensales al centro de la mesa, para cada quien un plato de avena, pan tostado dulce y una taza de muy buen café rápidamente servidos; posteriormente llegó lo que cada quién ordenó, en mi caso, un desayuno típico, huevos revueltos perfectamente preparados con tomate y cebolla, frijoles parados recién salidos de la olla, plátanos fritos, un poco de fruta, tres sorprendentes tortillas negras para acompañar y lo que aún me tiene delirando, dos fabulosas tortillas rellenas de queso maravillosamente derretido y un pedazo del clásico chorizo de Tecpán, jugoso, con ese sabor único de este bendito país. Todo por no más de Q40.00. Adicional degusté una bebida a base de leche, al estilo “cremita” muy recomendada.
Estimado lector, mi deber es contarle cuando visito algún rincón de este país que excede mis expectativas por ser un espacio que representa dignamente nuestra cultura, sabores o costumbres, y este lugar definitivamente, lo vale; he visitado otros restaurantes en los alrededores pero considero sus precios elevados y un poco desenfocados sus sabores.
Cuando visite la finca, también le aviso. El restaurante y vivero está en el kilómetro 86.7 de Tecpán, la finca en la cuál hay diversas actividades, restaurante y también hospedaje se ubica en el kilómetro 88. Para conoce horarios o restricciones, puede comunicarse al teléfono 7840-3161 o a la finca al 5618-5079.
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